20090820

Para todo hay niveles...


A veces la mierda nos llega un poco al cuello y empezamos a preocuparnos de que no haya olas, o peor aun, tiburones que las hagan, porque incluso entre tanta mierda, hay niveles de excreciones; y de cuando en cuando, nos detenemos a pensar (y por lo tanto dejar de pensar en tanta porquería) en lo mucho que nos gustaría que una ola de heces nos ahogara...

La verdad es que la culpa de que la mierda llegue a niveles insospechados es, como debe de suponerse, demasiada comida, comida en mal estado o incluso, por qué no, un estómago resentido. Cuando de un momento a otro un retortijón nos dobla por la mitad, y algo más que gas amenaza estoicamente con salir, es cuando nos llega el momento de la verdad. La cara cambia de color y la mueca se torna en lo que mi hermana bautiza como "carita de león"; es entonces cuando se sabe, aunque no se quiera aceptar, que dentro de poco nos veremos sometidos a un enclaustro voluntario (aunque no por eso evitable) que nos envolverá en una cortina de vapores nada agradables, una sensación no muy placentera, y aún más dolor en el alma (¿no está en el estómago?) que por cortesía y debido al lugar que en ese momento se visita llamaremos calambres gastrointestinales.

Llegará un momento en que después de actuar el papel del rey de la selva, pensemos que la mierda se a acabado, y se harán los últimos chequeos para verificarlo, se limpiara el desastre y procederemos a dejarlo ir como una parte mala del día; sin embargo, nunca hay que olvidar la siempre presente ironía de la vida, y que de una u otra forma es posible que las secuelas de los retortijones se repitan, o que lo que tomamos como algo de un día se convierta en gastritis, cubriéndonos del excreciones hasta el cuello.

¿Pero qué más da la ola enorme de heces? A fin de cuentas no es más que mierda acumulada; siempre queda la posibilidad de jalar la palanca y mirar como las cosas se van por el caño, y junto con ellas, todo lo que se fue acumulando, el mal olor, las falsas esperanzas de que de un momento a otro la mierda desapareciera sola e incluso la ayuda del "amigo" que con una gran boca de succión en lugar de ayudar a destapar, lo que hace es que el agua sucia se regrese un poco y vaya en aumento. Es entonces cuando con asco e incluso con cierta compasión, bajaremos la tapa del sanitario y le daremos muerte; o al menos eso pensaremos con optimismo, ya que la verdad es que tarde o temprano, se irá a juntar con otra, se medirá, pesará y cuantificará la mierda que cada uno produjo y una ola cubrirá a cada uno con lo correspondiente; a fin de cuentas, para todo hay niveles ¿no?