20101024

Mi Vida con Casa Aparte...



Si bien es cierto que el amor viene en los paquetes más inesperados, cuando llegan en llamas, a torrentes y muy cálidos, pueden llegar a ser muy fuertes en cortísimo tiempo...


A veces tengo una necesidad, un sentimiento que nace de un hueco en mi corazón. Es como un grito de ayuda que llega debido a una mirada, una voz, un acto de cariño, un salto de fe...



Quiero abrazar este sentimiento hasta que deje de llorar y se sienta mejor. Quiero besarle con ternura y decirle que si existen los amores eternos. Quiero no pensar en que todo tiene un fin y que los encuentros siempre vienen a desencontrarse.



Si el dicho es: siempre verás a las personas al menos dos veces; nadie te dice que habrá terceras, cuartas o quintas. Quizá sólo soy demasiado aprensiva con las personas que me quieren... Que egoísta y cierto es. No somos aprensivos con las personas que queremos, sino con aquellas que nos quieren, secan nuestras lágrimas y nos dan una mano para continuar. Nos dicen mi vida y ya queremos casa aparte. ¿Pero que se puede hacer si se enamora uno del momento en que se realiza el primer acto de cariño? Si sabemos que "es tan corto el amor y tan largo el olvido" ¿Por qué neciamente queremos alargar ese momento en que tenemos al ser amado junto a nosotros y retenemos lágrimas, besos, amor, susurros y momentos? Y todavía tenemos el descaro de sentir que por segunda (3a, 4a, 5a...) vez la vida NO puede ser MÁS dulce...




27 de Septiembre 2010

Camino a San Cristóbal