20081015

Jaque!


Pues me fui a Córdoba. 10 horas en autobus, tres días allá, 10 horas de regreso... He de decir que me ha dejado bastantes experiencias, y que aprendí bastante de la vida de los Argentinos. Estuve parando en un Hostel, donde la mayoría eran extranjeros y por lo tanto también hubo mucha gente nueva. Hablar durante un rato y luego irse fue raro para mi. Personas entran y salen y no hay más; nada de despedidas, solo hola y chau... Aprender a decir adiós...


Regresando a Mendoza, estuve en un torneo de ajedrez. A quien le interese, quedé un poco más arriba de la mitad de la tabla de posiciones. No mal para ser la primera vez que jugaba con reloj y con muy buenos participantes. Lo mejor fue el ambiente que respiré después de eso. Ahora hay muchos argentinos en mi vida, y me saludan por los pasillos. Un gran salto en unos cuantos días! Luego de jugar me invitaron a ir con ellos a un bar donde se juega billar, ajedrez, cartas y demás. La verdad me la pase muy muy bien porque allí solamente yo era extraña y no importaba. Todo mundo me aceptó muy bien y siendo que la mayoría de la gente es de la facultad de Ciencias Políticas, uno de los temas fue... exacto Política. Es muy interesante ver como no importa de donde seas, mas o menos los pensamientos son los mismos. Por primera vez sentí que estaba en un país parecido al mio, porque la gente tiene las mismas preocupaciones y habla de cosas similares, solo en distinto acento.

Jaque a las ideas! una concepción distinta de Argentina se ha abierto ante mi. Mover las piezas de un lado a otro del tablero de pensamientos, chistes, creencias. Jaque al regimen! al gobierno, al sistema. Cosas que no son muy distintas de un lado o del otro de la frontera. Jaque a mi misma! porque ahora, he tenido que sacrificar la reina y avanzar de a poco con el rey... Esta partida se gana con los peones, hay que atacar...

20081001

La Cáscara...

Maipú es uno de los lugares del Vino. El viernes pasado decidimos regresar a nuestro estado natural de turistas (en lugar de intentar adaptarnos a la vida cotidiana como siempre) y nos fuimos a visitar las bodegas, que es lo que normalmente se hace en la primera semana, pero pues por falta de tiempo y ganas no habíamos hecho este tour.
Resultó que al final covino que fuera así ya que al sabernos mover mejor en la ciudad, lo que nos hubiera resultado en un viaje de $50 (argentinos) se convirtió en uno de $10, que es lo del camión.
La verdad es que ibamos de lo más extranjeros, con nuestras mochilitas, lentes y hablando en tres idiomas (español, alemán e inglés) dispuestos a degustar el vino mientras escuchabamos la historia de como se hacen los distintos tipos y el modo de añejamiento.
Al final, lo que separa principalmente al vino tinto del blanco (muy aparte del tipo de uva por supuesto) es la cáscara...
En un país distinto hay que decirlo, lo que importa a golpe de vista es la cáscara también. Lo que te distingue del vino blanco es el acento, la forma de vestir, de caminar, de moverte, las expresiones y bla bla bla... Luego de mil años tu forma de pensar te resalta o eso dicen... Al menos eso fue lo primero que pensé, porque aquí lo noto más porque afecta directamente y muy notorio además. Pero cuando dejé de azotarme me di cuenta que es lo mismo en todos lados, seas o no seas extranjero...
Da lo mismo tampoco tuve mucho tiempo para pensar en eso porque entonces vino la degustación de un cabernet sauvignon buenísimo que me borró todo de la mente y sólo me dejó disfrutar.

Cáscaras Malditas, de Algo Habrían de Servir...

Ya dije que el fin me voy a Córdoba???