Los miércoles no tengo clases, pero es uno de los días que voy con más gusto a la Facu ¿La razón? Ese día tengo una cita permanente con las chicas (Meike, Nada y Sarah) para hacer un picnic en el pasto de la universidad, enfrente de la facultad de ciencias politicas.
Meike y Nada cursan en la mañana y salen a las 3 de clases. Una media hora antes de eso, caliento el agua, la meto en un termo, y pongo todo lo necesario para cebar. También llevo fruta, un cuchillo para cortarla y salgo a la calle a comprar facturas en la panaderia (al pan de dulce aqui se le llama factura). Saco la red bus (aquí en los buses puedes pagar con una tarjeta de recarga que se llama así) y me dirijo a su encuentro.
Ellas normalmente estan ya tendidas en el pasto, y Sarah, aunque tampoco tiene clases, también va con nosotros, casi siempre caminando desde el hostel donde vive.
El ritual se inicia con los saludos y abrazos, luego nos sentamos en círculo y comienzo a sacar mi puesto, las facturas, la fruta y lo más importante: El Mate...
De este grupo yo soy la cebadora. A veces quieren tomarlo dulce y otras amargo, pero siempre regresando a mis manos.
La duración del Picnic es de dos horas aproximadamente, ya que Meike tiene otras clases, Nada casi siempre tiene que estudiar y Sarah y yo volvemos a la ciudad a comer helado o vamos a caminar por el parque. Pero estas dos horas son de las más felices que tengo en la semana.
Normalmente los temas de los que hablamos son triviales, o directamente girltalk, pero son tan relajantes!!! A veces solamente terminamos el picnic y nos tendemos en el pasto a disfrutar del viento y la sombra de los arboles a nuestro alrededor, y es entonces cuando pienso que la vida no va a ser tan dulce como lo es ahora. Sin preocupaciones, solo disfrutando de lo que nos gusta hacer, sin la apuracion del tiempo...
"Our lives are madeIn these small hoursThese little wonders,These twists & turns of fateTime falls away,But these small hours,These small hours still remain"
Argentina huele a Mate...
1 comentario:
Querida, siempre es dulce leer que tienes horas como esas.
Yo cada vez entro más en pánico por que siento que la adultez se me viene encima (en seis meses me han salido ya varias canas - que arranco metódicamente aunque me adviertan que no).
Un abrazo enorme.
Cuídate
Ya tendrás que cebar aquí... algún día...
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