Yo solía escribir...

Son las 5:39am del 6 de Mayo del 2009, y sigo despierta. Originalmente estoy ampliando mi Marco Teórico, extraoficialmente estaba husmeando en las carpetas olvidadas en el disco duro a través de los años. Dentro de estos archivos, me topé con lo que es la carpeta de CUENTOS (porque así está escrito) de Lucía. Cada tanto, releo lo que hay allí, o mejor dicho, escojo aquellos títulos que no reconozco y los leo, sólo por el placer de recordar; pero esta vez, tuve la suerte o desdicha de toparme con muchos cuentos dedicados. Cuentos dedicados a personas que he amado muchísimo en algún momento, que amé muchísimo precisamente en el momento en que escribí ese cuento, ESPECIAL, verdaderamente especial para esa persona, ya que si alguien más lo leyera, quizá le gustaría, o lo odiaría, pero no podría ENTENDERLO, no al 100, simplemente NO PODRÍA.

Y entonces me entendí. Entendí que puse el corazón en cada cuento, que en la mayoría lloré mientras los escribía, pero sobre todo, comprendí que mi manera de amar había cambiado...

¿Será esto a lo que llaman madurar?

Cuando leí esos escritos, de nuevo pude sentir ese amor, ese sentimiento que me acompañó mientras los creaba, fue como enamorarme de todos ellos otra vez, pero al mismo tiempo fue distinto, y descubrí que por primera vez desde que recuerdo haber entregado mi corazón, no estoy amando a nadie, A NADIE de ese modo.

Quizá Argentina me cambió más de lo que pensé...