Sos una persona rara... esperá, debería decir algo que no sea conocido por la humanidad, ¿En algún momento he dicho que cada vez que me despido de vos siento en el pecho como si jamás te fuese a ver de nuevo?
Es una sensación difícil de explicar, es como una burbuja en el pecho que me dice que quizá y sólo quizá esa sea la última mirada que a vos dirijo; y entonces ese sentimiento me poné tristísima y me dan unas ganas de llorar bajito bajito para que no me escuche el resto del mundo, me dan ganas de iniciar un duelo que se alargue años y más años hasta que ya no queden lágrimas que arruinen el gusto de la yerba. ¿Será que quiero a vos más de lo que digo? Pará pará pará no imaginés cosas raras, yo a vos lo quiero con un cariño diferente, y vos sabés bien que diferente es lo único que tiene sentido entre nosotros.
A veces cuando el insomnio me persigue muy por encima del conciente, y sé que vos compartís la misma incertidumbre, me pregunto si valdrá la pena todo aquello que pensamos y no nos deja en paz; es entonces cuando recuerdo el último sonido, la última plática, la última sonrisa que vos me dejaste y pienso que aún no podés librarte de mi, porque vos sos más que una última mirada, y yo conservaré la esperanza de vos aun no pensás en partir...
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